Tu lugar de trabajo tiene que ser como un “templo”. Es decir, un santuario donde sentirte cómodo al 100% para poder dar lo mejor de ti y lucirte en el terreno laboral.
Según señala greendök: “El 62% de los trabajadores españoles quiere ser más creativo en su actual puesto de trabajo, sin embargo, tan solo el 34% reconoce que realizan diariamente tareas que requieren creatividad, el porcentaje más bajo por detrás de Japón (29%). EE UU (44%) y Alemania (41%) encabezan la lista.”
Rompe barreras, mimetízate en el ambiente y fomenta tu espíritu emprendedor. Y esto es muy sencillo de conseguir, reorganizando los muebles o elementos que tengas alrededor para no estar todo el tiempo levantándome o cambiando de lugar. Porque lo único que consigues de está forma, es desconcentrarte y bajar el rendimiento del trabajo.
Pero no sólo es importante la distribución, sino también el entorno. Que haya mucha luz, plantas y colores claritos; ayuda a potenciar la energía y da buenas vibras. Esto sirve para cualquier profesión, independientemente de que seas: arquitecto, médico, periodista o psicólogo.
Siempre que sea posible dividir las áreas de trabajo, ¡hazlo!
Por un lado, la zona de reuniones, en otra área el despacho; y por otro lado, la zona de descanso y desconexión. Además, contar con buenos y actualizados materiales, beneficia la productividad del trabajador y hace que su labor sea más ágil; y por ende, los beneficios sean mayores.
Un lugar donde la gente se encuentre bien, es un plus muy positivo para la empresa, recuérdalo.